Nuevo disco para los canadienses de Saga y… no sé si me preocupa o me da mala espina, porque es un último trabajo con el cantante Michael Sadler, quien dejó la banda tras treinta años junto a ella. Por supuesto que no me inquieta el disco en sí, muy por el contrario, ya que hay una gran labor en 10.000 Days de todos y cada uno en particular de los miembros, logrando una faena interesantísima. Mi impaciencia es, ¿que sucederá con el grupo?… Tal vez peque por adelantado, pero ojala que el proyecto siga por años.
Ya introduciéndome íntegramente en la obra, se puede decir que Saga mantiene un gran nivel, con espíritu roquero y arreglos progresivos como en los dos primeros tracks “Lifeline” y “Book Of Life”, con guitarras bien a la vanguardia.
El desarrollo de la placa se pone mas interesante con “Sideways”, Con un inicio en dueto de piano y guitarra con sonido que recuerda a”Changes” de Yes, pero solo al principio, para continuar destacadamente por carriles mas roqueros, a buen ritmo, contagioso y a menudo cambiante, con base firme y notable.
Y la adrenalina continúa en ascenso con el soberbio “Can't You See Me Now”, que ya supera los 6’ y nos demuestra en qué nivel está la banda, realmente ¡espectacular! Con un trasfondo marcado primero por un sampleado, asociándose un riff de guitarra conducida por Ian Crichton, que invita al resto del grupo a unirse, para interpretar uno de los mejores temas del CD. Promediando el tema, comienza una fiesta instrumental avasallante e increíble, llevando a la pieza a un clímax de aplauso.
La festividad sigue con el track de más duración y el de corte más progresivo del disco: “Corkentellis” el instrumental de 10.000 Days, Aquí la banda da rienda suelta a toda su potencia e influencias más pesadas, virtuosismo del mejor.
No podía faltar en Saga la balada y como para contrarrestar a su precedente, llega “More Than I Deserve”, momento reposado y reparador.
Retorna el poder del grupo con “Sound Advice” cercano al AOR con una labor loable del baterista Brian Doerner. Sigue el track que da nombre al álbum: “10.000 Days”, otra balada acústica, con muy buenas vocalizaciones y gran acompañamiento de Jim Gilmour, simple pero emotiva.
Como broche final, el grupo se despide con otro gran segmento musical, confirmando el nivel de toda la obra. Cierra entonces”It Never Ends” con poderosos solos de sintetizadores y guitarras.
Resumiendo: un trabajo muy recomendado, prolijo, contundente. Demostrando una vez más la altura de esta vieja banda canadiense, sin dudas una de las mejores junto a Rush.
Solo resta esperar…que acontecerá después del alejamiento de Sadler.
Hay que ser optimista.

Daniel Pérez

Link: www.insideoutmusic.com

Siempre son bienvenidas las arriesgadas apuestas de las bandas que no se conforman con desarrollar un sonido estándar, ya probado y conservador. Por el contrario es mucho más valorable el esfuerzo y la apuesta de las bandas que se arriesgan en desarrollar un sonido fiel a sus gustos, convicciones e influencias.
Este ultimo es el caso de Nautilus una banda con un sonido particular, con mezcla de grandes bandas clásicas de los 70 y nuevos clásicos del genero.
La banda en cuestión es un cuarteto instrumental británico originario de la región de Kent integrado por Paul Blewitt en teclados, Andy Challinor en guitarra, Darryl Finch en batería y Rob Tyson en bajo.
El sonido que profesa esta banda está claramente influenciado por King Crimson, Pink Floyd de la etapa psicodélica y sonidos más modernos y cercanos en el tiempo como Porcupine Tree, pero todo bajo un particular estilo dado por los integrantes de Nautilus.
What Colours the Sky in your World? es su álbum debut conformado por siete temas, un debut muy auspicioso por cierto. Las primeras sesiones de grabación se remontan a 2004 pero el disco fue finalmente terminado y lanzado al mercado a fines de 2006.
El disco tiene grandes momentos crimsonianos en los temas "Doors to the Dark Room", el cual abre el disco, en "Cabin Fever" la cual tiene un abrupto cambio de ritmo llegando a los 5 minutos hacia un sonido mas pesado y directo y en "Ghost in the Wind", con aires floydianos, la cual esta pegada y seguida de "Bastogne" una corta e intensa pieza de 3 minutos.
En los casi 10 minutos de "Halloween Factory" tenemos al Crimson mas asfixiante con atmósferas realmente muy opresivas típicos de los temas mas intrincados de la banda de Robert Fripp.
El final del disco esta reservado a "Release", un suave tema, muy intimista y tranquilo en un comienzo que de apoco va ganando en potencia para terminar nuevamente en unos tonos suaves onda Porcupine Tree
What Colours the Sky in your World? es un gran punta pie inicial para estos británicos buscadores de intrincados desafíos musicales propietarios de una mezcla de sonidos muy particular que les deja una carta abierta para que en el futuro próximo nos entreguen un digno sucesor de su magnifica opera prima.

Gustavo Vranich

Link: www.gft-cyclops.co.uk

En la segunda mitad de este 2007 los americanos de Glass Hammer nos regalan uno de los discos más sorprendentes y arriesgados de su carrera gracias a la incorporación de nuevos sonidos e instrumentos.
En lo que respecta a las bandas con un sonido neo-sinfónico como esta, se esta dando un fenómeno en donde las mismas buscan agregarle a su típico sonido elementos propios de otro estilo, ya sean cosas de post-rock o progresivo alternativo, cosas mas pesadas cercanas al metal progresivo, toquecitos crimsonianos o como es el caso de Glass Hammer incorporar una sección de cuerdas. Todos estos aditamentos le dan a una base neo-sinfónica un valor agregado que tiene como resultante una mayor variedad y calidad en las composiciones.
Históricamente Glass Hammer es una banda muy influenciada por Yes, EL&P y Kansas. Particularmente en este nuevo disco la incorporación de la sección de cuerdas les da a muchos de los temas un sonido que nos remite de inmediato a Kansas en gran parte de los 70 minutos que dura Culture of Ascent.
Asímismo, la banda le hace un tributo a Yes incluyendo un tema de los ingleses y particularmente a Jon Anderson.
El primer tema es nada menos que"South Side of the Sky", el clásico de Yes del disco Fragile de 1972. Este homenaje por los 35 años que cumple se constituye en una versión muy bien lograda con un sonido de guitarra y teclado distinto al original, más cercano al Glass Hammer clásico, pero con la potencia intacta y un gran trabajo de teclados a cargo de Steve Babb y la dulce voz de Susie Bogdanowicz.
En segundo término encontramos la composición más potente del disco. "Sun Song" es un tema que a lo largo de los casi 10 minutos de duración no decae en cuanto a potencia, y esto lo logra de la mano de la guitarra, de un bajo muy potente e intensos arreglos corales, siempre con los teclados de fondo dándole matices y colchones a tono. A esto hay que sumarle los instrumentos de cuerdas (violín, cello y viola) que le otorgan al tema un valor agregado en cuanto a arreglos de una altísima calidad.
El homenaje a Jon Anderson esta dado en "Life By Light", un tema que parece extraído de Olias of Sunhillow y que cuenta con la presencia del mismísimo líder de Yes. Un tema muy fino que derrocha sutilezas, arreglos rítmicos por todos lados, colchones de teclados y suaves sintetizadores y guitarras a lo largo de sus siete minutos y medio.
Luego tenemos los dos temas más largos del álbum, "Ember Without Name" de casi 17 minutos e "Into Thin Air" de 19. En ambos encontramos, como en todo buen tema largo, muchos cambios de ritmos, muy buenos momentos de guitarras tanto potentes como mas suaves, piano clásico, sintetizadores y nuevamente los instrumentos de cuerda dándoles un plus de calidad adicional.
El último tema, llamado "Rest" es el más suave e intimista del álbum con un lento comienzo que va in crecendo en intencidad con violines y cellos incluidos hasta un lento final.
Sin dudas Culture of Ascent es uno de los mejores discos de la carrera de Glass Hammer y el mejor de los últimos años.
La inclusión de la sección de cuerdas fue una jugada arriesgada pero muy acertada que enriquece notablemente las composiciones de esta banda. Gracias a esto Glass Hammer encuentra una nueva faceta en su música, la que le da un amplio crédito para los sucesivos discos.

Gustavo Vranich

Link: www.glasshammer.com

Con un proyecto más que ambicioso, los griegos de La Tulipe Noire editaron su cuarto álbum de estudio.
La historia de Nostimon Hemar narra, en forma alegórica, “La Odisea” de Homero, pero desde una perspectiva moderna, por lo cual el proyecto se transformó en una verdadera obra épica que les demandó cuatro largos años de ardua tarea.
En algún momento fueron comparados con Marillion, sobre todo con su segundo disco -Shattered Image editado en el año 2000- pero en realidad, con esta nueva obra, los encuentro más hermanados a bandas del neo progresivo de los noventa como Clepsydra o Grey Lady Down - sobre todo por la semejanza vocal de sus cantantes con la voz de Ima - y en cuanto a sus momentos más duros a los holandeses de Egdon Heath, sobre todo al sonido de su disco Nebula.
El disco es bueno, bien ejecutado, diría que prolijo, pero le falta audacia y eso se traduce en monotonía. Afrontar una obra literaria tan extensa y plasmarla musicalmente debe, por lo menos desde que comienza a pergeñarse, fijarse como objetivo primordial una serie de temas que le den dinámica. Y ahí fallan.
La atmósfera opresiva que traduce Ima con su forma angustiosa de cantar más los constantes cambios sobre la base de un órgano que marca melodías circulares llevan, inexorablemente, al hastío y uno se da cuenta que todavía quedan más de treinta minutos de música.
Vuelvo a aclarar, el trabajo es bueno, el quinteto ejecuta en forma precisa sus instrumentos y las canciones están bien estructuradas pero se quedan en buenas intenciones y para una banda que edita un cuarto trabajo eso es realmente poco.
Más en el debe que en haber. Quedaron en deuda.

Jorge Walter “Chino” López

Link: www.musearecords.com