Drama
Inspiración
Rock Symphony, 2002
Es un inmenso placer poder escribir sobre una banda uruguaya
de rock sinfónico, con todas las letras. Drama se gestó
hace seis años en Montevideo y su columna vertebral
esta compuesta por Fernando Kronos (vocales/bajo) y el tecladista
Flavio González. Después de algunas inevitables
deserciones, la agrupación se ha establecido como un
sólido cuarteto, gracias a la savia fresca suministrada
por el guitarrista Javier Benich y Mike Hinkediker en batería,
quien alterna con Martín López su estancia tras
los parches en las grabaciones oficiales.
Sin embargo el sacrificado primer registro discográfico
Inspiración, lanzado bajo el sello Rock Symphony de
Brasil, adolece de esta inestabilidad circunstancial de su
integración en la mezcla final. Pero esta falencia
se encuentra plenamente disimulada, debido a un producto cargado
de emociones desatadas y un aire místico cuasi religioso
que nos conmueve hasta las fibras más íntimas,
ya desde la delicada portada diseñada por el brasileño
Bernard.
Herederos de la respuesta norteamericana a la invasión
progresiva de las islas británicas en los tempranos
setentas, son difíciles de ocultar las influencias
de Kansas, Styx e incluso Journey, pero con un sonido decididamente
clásico dentro de la faceta más épica
del menospreciado AOR. La riqueza melódica del tema
central y el introspectivo "Encerrado en una historia
de Abril", son los únicos momentos de la obra
que retoman la senda coterránea trazada por Darnauchans,
pero el desgarrador timbre vocal de Kronos afectado por los
contrastes líricos de un Meat Loaf o el propio Damian
Wilson (Landmarq/Threshold/Wakeman), circunscribe las baladas
a los parámetros del soft metal sinfónico, característico
de la era John Payne del supergrupo Asia.
Sin
embargo en la inflamada apertura de "Tu Imagen",
también afloran atisbos del hard rock elaborado del
legendario Psiglo, sustentados quizás por la sobresaliente
presencia en el bajo de Fernando. Pero son solo atisbos regionales
de una producción destinada a un mercado internacional,
a pesar de emplear exclusivamente el idioma español.
Cabe subrayar además, el trabajo de Flavio en los teclados
y no por pecar de virtuoso, ya que su labor es destacable
a nivel estructural en casi todo el disco, arreglando con
mesura mediante climas envolventes y quiebres precisos, los
desarrollos más sinuosos de esta ópera prima.
Siendo muy valiosos sus cuidados montajes en las seis secciones
de "Valle de Gloria" y el no menos culminante "Designio
Divino". Y aunque persista una cierta diversidad en las
intervenciones de los guitarristas de sesión, esto
no impide una pulcra interacción al mejor estilo Gilmour/Latimer
en varios pasajes de la obra, concediéndole por instantes
un acercamiento al neoprogresivo de bandas como el primer
Marillion, Arena o Galleon.
Tuve la suerte de disfrutar recientemente de una de sus presentaciones
en un pub del centro capitalino y su performance incorporó
una refrescante dosis de agresividad. Algo usual en los recitales,
merced a la entrega de los músicos sobre el escenario
y la vehemente interpretación de un repertorio que
incluyó novedades, prometiendo una futura grabación
con inquietantes sorpresas.
Marcelo
Rey
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